LA ESCLAVA DE SU GALÁ N (FÉLIX LOPE DE VEGA CARPIO)
El cuento viejo ha venido
aquí a pedir de cogote.
Juntáronse los ratones
para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
guardarse mejor podían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo,
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
«¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?»
ODA AL GATO (PABLO NERUDA)
Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
A UN GATO (JORGE LUIS BORGES)
No son más silenciosos los espejos
Ni más furtiva el alba aventurera;
Eres, bajo la luna, esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
Divino, te buscamos vanamente;
Más remoto que el Ganges y el poniente,
Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano.
Has admitido,
Desde esa eternidad que ya es olvido,
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás.
Eres el dueño
De un ámbito cerrado como un sueño.
GATOS (ALBERTO GIRRI)
Hoy, domingo,
deponen su ferocidad, su mando
de orejas erguidas,
su arcaica brujería,
y optan por echarse e inspeccionar nuestro descanso,
la labor de clasificación,
rotulado, encasillamiento,
de nuestras pequeñas construcciones,
y acaso el displicente ronroneo
es un perdón,
un acorde
de la musica del instinto.
A media tarde
dejamos de interesarles, enmudecen,
y con envidiable solidaridad
corren hacias sus iguales,
la abeja que revolotea en el jardín, la hoja cayendo en espiral
sin sentido aparente:
velos rojizos
y dorados lustres vegetales
cuelgan de las zarpas.
Estirados en el sillón,
mirando esos enigmáticos juegos,
nuestras sensaciones se aclaran,
se hacen más claras
que los dictados del cerebro.
No, no los llamaremos,
la interrupción les disgustaría.
GATO GRIS MUERTO (ALBERTO GIRRI)
Brujos enseñaron que los gatos
pueden alojar almas humanas.
Figura empapada del asfalto o vuelto hacia las nubes,
eres el muerto más perfecto que yo he visto.
Pero cómo descubrir que la vigilia que te llega,
ya indiferente a cualquier invocación,
tu realidad verdadera de hijo del demonio,
de locatario esbelto de almas,
que estableció para tu antepasado africano
la voluntad miedosa de los clanes familiares
y confirmó la impar justicia de la magia.
Pronto vendrán hasta tu cuerpo abandonado
ladrones de velas,
y robarán las tibias, su recatada médula.
Porque es sabido que cuando tales huesos despierten
despertarán las almas en ellas internadas,
y en un pueblo lejano y caníbal,
hombres que trabajan y tienen amores, instantáneamente se convierten en
estatuas.
Brujos enseñaron que los gatos
pueden alojar almas humanas,
y arañar, si quieren, el corazón del huésped.
MI GATITO (AMADO NERVO)
Tengo un gatito friolento
y si le dejo dormir
junto conmigo, al momento
su ron-ron empiezo a oír.
Y el ron-ron quiere decir:
-¡Gracias, estoy muy contento!
IMAGEN DEL FILM "EL GATO CON BOTAS" DE DISNEY
EL GATO (CHARLES BAUDELAIRE)
TRES POEMAS
I
En mi cerebro se pasea,
Como en su morada,
Un hermoso gato, fuerte, suave y encantador.
Cuando maúlla, casi no se le escucha,
A tal punto su timbre es tierno y discreto;
Pero, aunque, su voz se suavice o gruña,
Ella es siempre rica y profunda:
Allí está su encanto y su secreto.
Esta voz, que brota y que filtra,
En mi fondo más tenebroso,
Me colma cual un verso cadencioso
Y me regocija como un filtro.
Ella adormece los más crueles males
Y contiene todos los éxtasis;
Para decir las más largas frases,
Ella no necesita de palabras.
No, no hay arco que muerda
Sobre mi corazón, perfecto instrumento,
Y haga más noblemente
Cantar su más vibrante cuerda.
Que tu voz, gato misterioso,
Gato seráfico, gato extraño,
En que todo es, cual en un ángel,
¡Tan sutil como armonioso!
II
De su piel blonda y oscura
Brota un perfume tan dulce, que una noche
Yo quedé embalsamado, por haberlo
Acariciado una vez, nada más que una.
Es el espíritu familiar del lugar;
El juzga, él preside, él inspira
Todas las cosas en su imperio;
¿No será un hada, Dios?
Cuando mis ojos, hacia este gato amado
Atraídos como por un imán,
Se vuelven dócilmente
Y me contemplo en mí mismo,
Veo con asombro
El fuego de sus pupilas pálidas,
Claros fanales, vividos ópalos,
Que me contemplan fijamente.
IIIVen, bello gato, a mi amoroso pecho;
Retén las uñas de tu pata,
Y deja que me hunda en tus ojos hermosos
Mezcla de ágata y metal.
Mientras mis dedos peinan suavemente
Tu cabeza y tu lomo elástico,
Mientras mi mano de placer se embriaga
Al palpar tu cuerpo eléctrico,
A mi señora creo ver. Su mirada
Como la tuya, amable bestia,
Profunda y fría, hiere cual dardo,
Y, de los pies a la cabeza,
Un sutil aire, un peligroso aroma,
Bogan en torno a su tostado cuerpo.
III
Los amantes fervientes, los sabios venerables,
Sienten, cuando maduros, igual predilección
Por los gatos, orgullo de la casa, que son
Como ellos sedentarios y al frío vulnerables.
Amigos de la ciencia y la sensualidad,
Prefieren el silencio y las tinieblas crueles.
Del Erebo serían los fúnebres corceles
Si su altivez cediese ante la majestad.
Cuando sueñan, adoptan las nobles actitudes
De las grandes esfinges que en vastas latitudes
Solitarias se pierden en un sueño inmutable.
Mágicas chispas arden en sus grupas tranquilas
Y partículas de oro, como arena impalpable,
Alumbran vagamente sus místicas pupilas.
EL GATO BANDIDO (RAFAEL POMBO)
Michín dijo a su mamá:
"Voy a volverme Pateta,
"Y el que a impedirlo se meta
"En el acto morirá.
"Ya le he robado a papá
"Daga y pistolas; ya estoy
"Armado y listo; y me voy
"A robar y matar gente,
"Y nunca más (¡ten presente!)
"Verás a Michín desde hoy".
Yéndose al monte, encontró
A un gallo por el camino,
Y dijo: "A ver qué tal tino
"Para matar tengo yo".
Puesto en facha disparó,
Retumba el monte al estallo,
Michín maltrátase un callo
Y se chamusca el bigote;
Pero tronchado el cogote,
Cayó de redondo el gallo.
Luego a robar se encarama,
Tentado de la gazuza,
El nido de una lechuza
Que en furia al verlo se inflama.
Mas se le rompe la rama,
Vuelan chambergo y puñal,
Y al són de silba infernal
Que taladra los oídos
Cae dando vueltas y aullidos
El prófugo criminal.
Repuesto de su caída
Ve otro gato, y da el asalto,
"¡Tocayito, haga usted alto!
"¡Déme la bolsa o la vida!"
El otro no se intimida
Y antes grita: "¡Alto el ladrón!"
Tira el pillo, hace explosión
El arma por la culata,
Y casi se desbarata
Michín de la contusión.
Topando armado otro día
A un perro gran bandolero,
Se le acercó el marrullero
Con cariño y cortesía:
"Camarada, le decía,
"Celebremos nuestra alianza";
Y así fue: diéronse chanza,
Baile y brandy, hasta que al fin
Cayó rendido Michín
Y se rascaba la panza.
"Compañero, dijo el perro,
"Debemos juntar caudales
"Y asegurar los reales
"Haciéndoles un entierro".
Hubo al contar cierto yerro
Y grita y gresca se armó,
Hasta que el perro empuñó
A dos manos el garrote;
Zumba, cae, y el amigote
Medio muerto se tendió.
Con la fresca matinal
Michín recobró el sentido
Y se halló manco, impedido,
Tuerto, hambriento y sin un real.
Y en tanto que su rival
Va ladrando a carcajadas
Con orejas agachadas
Y con el rabo entre piernas,
Michín llora en voces tiernas
Todas sus barrabasadas.
Recoge su sombrerito,
Y bajo un sol que lo abrasa,
Paso a paso vuelve a casa
Con aire humilde y contrito.
"Confieso mi gran delito
"Y purgarlo es menester,
Dice a la madre; "has de ver
"Que nunca más seré malo,
"¡Oh mamita! dame palo
"¡Pero dame qué comer!
POEMA A UN GATO QUE NO VOLVIÓ (ELISEO DIEGO)
Ya no te veré más
durmiendo a gracia suelta:
no volviste jamás
de tu amorosa vuelta.
Con una gata blanca,
mira qué mala suerte:
la gata era la blanca
de la Señora Muerte.
La leche está servida,
Está listo el pescado;
tu silla preferida
en vano te ha esperado.
Tu paso era ligero,
tus modales corteses,
y fuiste tan sincero
que me ignoraste a veces.
Me hablabas tú muy suave,
yo nunca te entendía;
mas fue una falta grave
tu enorme melodía.
Llegó hasta el universo,
ira y amor a una,
el eco en el reverso
siniestro de la luna.
Y un encolerizado
te enmudeció en el frío:
no más a nuestro lado
duermes, amigo mío.
Tu cuerpo es hoy la sombra,
las nubes son tus manchas,
y sólo ahora te nombra
el silencio a sus anchas.
La leche está servida,
está listo el pescado;
tu silla preferida
ya se ha desesperado.
HISTORIETA DEL HUMORISTA LINIERS
GATO ONZA (DIANA BELLESSI)
Qué hay allí, en las hojas
de bordes que aletean
flotantes en el aire
y es el aire quien
se acuna, ligereza
de lo lleno, humo,velo
que al peso de este bosque
hace aéreo y lento
su salto disparado?
Gato Onza, belleza
moteada en el instante
de ser entrega pura
Ah, presente: ¿confunde
el alma duración
con existir? Hay otra
hoja dice, otra agua y
felino verdaderos
sin saber, que el claro es
lo que el bosque es al
claro: abigarrado
y ligero tumulto
del ser
Solo de gatos (Rafael Alcides Pérez)
Este gato está pidiendo amor.
Maullando llega, levanta la cola,
se arquea como un joven guerrero,
se aplana contra el piso, se tiende
boca arriba con la sinceridad
de quien ya ha perdido la vergüenza,
da vueltas, no deja de maullar
y se va, por fin se va
sin que le hagan caso.
Yo también maullé a lo largo
de mi vida, señor gato. Yo también
levanté la cola; yo también
me contorsioné como un acróbata
en su noche de debut; yo también
me aplané contra el piso
hasta ser una alfombra
volando en los cielos de Simbad.
Yo también,
fui payaso, telépata, electricista,
príncipe desterrado que arregla cocinas a domicilio
para olvidar, y al cabo yo también
me marché sin que me hicieran caso.
Es el destino de esta ciudad.
Acostúmbrese. (Está escrito.)
En overol de herrero
o con fanfarrias de monarca,
por los siglos de los siglos
pasarán los moradores de este lugar
maullando igual que usted.
10 aprile 1950
Ancora cadrà la pioggia
sui tuoi dolci selciati,
una pioggia leggera
come un alito o un passo.
Ancora la brezza e l'alba
fioriranno leggere
come sotto il tuo passo,
quando tu rientrerai.
Tra fiori e davanzali
I gatti lo sapranno.
Ci saranno altri giorni,
si saranno altre voci.
Sorriderai da sola.
I gatti lo sapranno.
Udrai parole antiche,
parole stanche e vane
come i costumi smessi
delle feste di ieri.
Farai gesti anche tu.
Risponderai parole -
viso di primavera,
farai gesti anche tu.
I gatti lo sapranno,
viso di primavera;
e la pioggia leggera,
l'alba color giacinto,
che dilaniano il cuore
di chi più non ti spera,
sono il triste sorriso
che sorridi da sola.
Ci saranno altri giorni,
altre voci e risvegli.
Soffrieremo nell'alba,
viso di primavera.
LOS GATOS LO SABRÁN (CESARE PAVESE)
10 de abril del '50
Aún caerá la lluvia
sobre tus dulces empedrados,
una lluvia ligera
como un hálito o un paso.
Aún la brisa y el alba
florecerán ligeras
como bajo tu paso,
y tú regresarás.
Entre flores y alfeizares,
los gatos lo sabrán.
Llegarán otros días,
llegarán otras voces.
Sonreirás sola.
Los gatos lo sabrán.
Oirás viejas palabras,
vanas y cansadas
como vestidos usados
de las fiestas pasadas.
Tú también harás gestos.
Responderás palabras -
rostro de primavera,
tú también harás gestos.
Los gatos lo sabrán,
rostro de primavera,
y la lluvia ligera,
el alba de jacinto,
que el corazón lacera
de quien no te espera,
son la triste sonrisa
que tú sonríes sola,
Llegarán otros días,
voces y despertares.
Sufriremos al alba,
rostro de primavera.
CANCIÓN NOVÍSIMA DE LOS GATOS (FEDERICO GARCÍA LORCA)
Mefistófeles casero
está tumbado al sol.
Es un gato elegante con gesto de león,
bien educado y bueno,
si bien algo burlón.
Es muy músico; entiende
a Debussy, más no
le gusta Beethoven.
Mi gato paseó
de noche en el teclado,
¡Oh, qué satisfacción
de su alma! Debussy
fue un gato filarmónico en su vida anterior.
Este genial francés comprendió la belleza
del acorde gatuno sobre el teclado. Son
acordes modernos de agua turbia de sombra
(yo gato lo entiendo).
Irritan al burgués: ¡Admirable misión!
Francia admira a los gatos. Verlaine fue casi un gato
feo y semicatólico, huraño y juguetón,
que maullaba celeste a una luna invisible,
lamido por las moscas y quemado de alcohol.
Francia quiere a los gatos como España al torero.
Como Rusia a la noche, como China al dragón.
El gato es inquietante, no es de este mundo. Tiene
el enorme prestigio de haber sido ya Dios. .
¿Habéis notado cuando nos mira soñoliento? .
Parece que nos dice: la vida es sucesión.
de ritmos sexuales. Sexo tiene la luz, .
sexo tiene la estrella, sexo tiene la flor. .
Y mira derramando su alma verde en la sombra.
Nosotros vemos todos detrás al gran cabrón.
Su espíritu es andrógino de sexos ya marchitos,
languidez femenina y vibrar de varón,
un espíritu raro de inocencia y lujuria,
vejez y juventud casadas con amor.
Son Felipes segundos dogmáticos y altivos,
odian por fiel al perro, por servil al ratón,
admiten las caricias con gesto distinguido
y nos miran con aire sereno y superior
Me parecen maestros de alta melancolía,
podrían curar tristezas de civilización
La energía moderna, el tanque y el biplano.
avivan en las almas el antiguo dolor.
La vida a cada paso refina las tristezas,
las almas cristalizan y la verdad voló,
un grano de amargura se entierra y da su espiga.
Saben esto los gatos más bien que el sembrador.
Tienen algo de búhos y de toscas serpientes,
debieron tener alas cuando su creación.
Y hablaran de seguro con aquellos engendros.
satánicos que Antonio desde su cueva vio.
Un gato enfurecido es casi Schopenhauer.
Cascarrabias horrible con cara de bribón,
pero siempre los gatos están bien educados.
y se dedican graves a tumbarse en el sol.
El hombre es despreciable (dicen ellos), la muerte.
llega tarde o temprano ¡Gocemos del calor!.
Este gran gato mío arzobispal y bello.
se duerme con la nana sepulcral del reloj.
¡Qué le importan los senos del negro Eclesiastés
ni los sabios consejos del viejo Salomón? .
Duerme tú, gato mío, como un dios perezoso, .
mientras que yo suspiro por algo que voló.
El bello Pecopian se sonríe en mi espejo,
de calavera tiene su sonrisa expresión.
Duerme tú santamente mientras toco el piano.
este monstruo con dientes de nieve y de carbón.
Y tú gato de rico, cumbre de la pereza,
entérate de que hay gatos vagabundos que son.
mártires de los niños que a pedradas los matan.
y mueren como Sócrates.
dándoles su perdón.
"Canción novísima de los gatos" permaneció inédito hasta 1986.
LA GATA (LAWRENCE FERLINGHETTI)
La gata
se lame una pata y
se recuesta
en el hueco de la biblioteca
yace allí
largas horas
imperturbable como una esfinge
luego gira su cabeza
hacia mí
se incorpora
estira su cuerpo
me da la espalda
nuevamente lame su pata
como si el tiempo real
no hubiera pasado
Y no lo ha hecho
y ella es una esfinge
que posee los tiempos del mundo
en el desierto de su tiempo
Ella
sabe dónde mueren las moscas
puede ver fantasmas
en las partículas del aire
percibir sombras
en un rayo de sol
Ella oye
la música de las esferas
los sonidos que transmiten
los cables
en las casas
y también el zumbido
del universo
en el espacio interestelar
pero siempre
prefiere los rincones hogareños

(Del libro Gatos)
Darío Jaramillo Agudelo
Estados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquido, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
Y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin tiempo?
Cuando el espíritu juega a ser materia
entonces se convierte en gato.
Había tres gatos… (Marosa di Giorgio)
Había tres gatos que no eran silvestres ni caseros.
Vivían en la bodega.
La bodega estaba lejos de la casa.
Yo iba hasta allá cuando las amas andaban cortando ajíes, que son de tul verde con el coágulo rojo dentro.
La amatista… brilla la pata de turquesa de que penden.
De esos gatos se dijo que comían mariposas y algo más absurdo se dijo… que comían moras.
Pero yo nunca lo comprobé.
Estos gatos eran llamados los indios.
Al verme, cada uno trepaba a un árbol y me miraba.
Así yo era observada desde tres lugares diversos.
Un día, uno de los gatos tuvo para mí intenciones sexuales y yo huí a través de los ajíes de encaje y él volaba y caía a mis pies y volvía a volar y a caer a mis pies.
Me siguió en la larga caminata demostrando a cada instante su poder supremo e inútil...
El gato (José Watanabe)
Estoy esperando la vuelta del gato desconocido
que cruzó el alféizar de mi ventana.
El alféizar corre a lo largo de varias ventanas. No tiene
otro camino. Volverá
y esta vez mi imagen le será más cordial.
Pasó arrogante como un bello inmortal. Los gatos ignoran
la contingencia de los torpes,
tropezar y caer.
Miden tan bien sus pasos cuando cazan o fugan, y nunca
nunca cara de extraviados. Así nos infunden en la mente
su propio mito.
Y los mininos de viejas no los contradicen
porque gato es gato, dignísima fiera cuando la vieja duerme.
Los gatos son peligrosos para la poesía, pronto
acumulan adjetivos, mucho provocan, mucho seducen.
Por eso no espero limpiamente la vuelta del gato,
la mucha belleza me hace siempre perverso. Y digo:
está caído en la vereda, inmóvil, dirigiendo
hacia mi altísima ventana
su última y fosforescente mirada.
The Cat's Tale
by Geoffrey Chaucer’s Cat
A Cat there was, a gentil taillees Manx
Our Hoste hadde seen astray on Thames banks
And taken home to ridden him of rats,
At whiche she preved to been the beste of cats.
He longed to bringe on pilgrimage his pette,
But Puss bigan to fussen and to frette
When that she sawgh the leathern hond-luggage
In whiche she was yschlept when on viage;
She thinketh that no Canterbury mous
Be worth an expeditioun from hir hous,
And so she took hir leave of us apace
And crept into a secret hiding-place,
And when the folk the pavement gan to pounde,
This Pussie-Cat was nowhere to be founde,
And she was leften in the hostelrye
To keepen all the rodentes compaignye;
And that is how this Cat withouten tail
Became as wel a Cat withouten tale.
Traducción al español
El cuento de la Gata
por Geoffrey Chaucer
Había una gata, una gentil gata de cola rasa
que nuestro anfitrión había visto extraviada en las orillas del Támesis
y que se había llevado a casa para librarse de las ratas,
y en ese momento se mostró como la mejor gata.
Él ansiaba llevar a su mascota en peregrinación,
pero la gata comenzó a preocuparse y a inquietarse
cuando vio el equipaje de cuero
en el que había dormido durante el viaje,
creyó que ningún gato de Canterbury
valía la pena que la sacaran de su casa,
y así se despidió de nosotros rápidamente
y se deslizó hasta un escondite secreto,
y cuando la gente empezó a golpear el pavimento,
esta gata no estaba por ningún lado,
y la dejaron en la posada
para hacer compañía a todos los roedores; Y así fue como esta Gata sin cola
se convirtió también en una Gata sin cola.
Poetry for cats. Henry Beard
Hamlet’s Cat’s Soliloquy,
from HAMLET’S CAT
by William Shakespeare’s Cat
To go outside, and there perchance to stay
Or to remain within: that is the question:
Whether ’tis better for a cat to suffer
The cuffs and buffets of inclement weather
That Nature rains on those who roam abroad,
Or take a nap upon a scrap of carpet,
And so by dozing melt the solid hours
That clog the clock’s bright gears with sullen time
And stall the dinner bell. To sit, to stare
Outdoors, and by a stare to seem to state
A wish to venture forth without delay,
Then when the portal’s opened up, to stand
As if transfixed by doubt. To prowl; to sleep;
To choose not knowing when we may once more
Our readmittance gain: aye, there’s the hairball;
For if a paw were shaped to turn a knob,
Or work a lock or slip a window-catch,
And going out and coming in were made
As simple as the breaking of a bowl,
What cat would bear the household’s petty plagues,
The cook’s well-practiced kicks, the butler’s broom,
The infant’s careless pokes, the tickled ears,
The trampled tail, and all the daily shocks
That fur is heir to, when, of his own will,
He might his exodus or entrance make
With a mere mitten? Who would spaniels fear,
Or strays trespassing from a neighbor’s yard,
But that the dread of our unheeded cries
And scratches at a barricaded door
No claw can open up, dispels our nerve
And makes us rather bear our humans’ faults
Than run away to unguessed miseries?
Thus caution doth make house cats of us all;
And thus the bristling hair of resolution
Is softened up with the pale brush of thought,
And since our choices hinge on weighty things,
We pause upon the threshold of decision.
traducción al español
Soliloquio del gato de Hamlet,
de EL GATO DE HAMLET
por El gato de William Shakespeare
Salir afuera y quizás quedarse allí
O quedarse adentro: esa es la cuestión:
Si es mejor para un gato sufrir
Los golpes y los azotes del clima inclemente
Que la Naturaleza llueve sobre quienes vagan afuera,
O tomar una siesta sobre un trozo de alfombra,
Y así, al dormitar, se derriten las horas sólidas
Que obstruyen los brillantes engranajes del reloj con tiempo hosco
Y detienen la campana de la cena. Sentarse, mirar
Afuera, y con una mirada parecer expresar
Un deseo de aventurarse sin demora,
Luego, cuando se abre el portal, permanecer de pie
Como paralizado por la duda. Merodear; dormir;
Elegir no saber cuándo podremos volver
Nuestra ganancia de readmisión: sí, ahí está la bola de pelo;
Porque si una pata tuviera forma para girar un pomo,
o abrir una cerradura o deslizar el pestillo de una ventana,
y entrar y salir se hiciera
tan simple como romper un cuenco,
¿qué gato soportaría las pequeñas plagas de la casa,
las patadas bien practicadas del cocinero, la escoba del mayordomo,
los empujones descuidados del niño, las orejas cosquilleadas,
la cola pisoteada y todos los sobresaltos diarios
de los que es heredero el pelaje, cuando, por su propia voluntad,
pudiera hacer su éxodo o su entrada
¿Con una simple manopla? ¿A quién le tendrían miedo los spaniels,
o los perros callejeros que entran sin permiso en el jardín de un vecino,
si no fuera porque el miedo a nuestros gritos desatendidos
y a los arañazos en una puerta atrincherada
que ninguna garra puede abrir, disipa nuestro valor
y nos hace soportar más bien las faltas de nuestros humanos
que huir hacia miserias inesperadas?
Así la cautela nos convierte a todos en gatos domésticos;
y así el pelo erizado de la resolución
se suaviza con el pálido pincel del pensamiento,
y puesto que nuestras elecciones dependen de cosas importantes,
nos detenemos en el umbral de la decisión.
Poetry for cats. Henry Beard
Vet, Be Not Proud
by John Donne’s Cat
Vet, be not proud, though thou canst make cats die
Thou livest but one life, while we live nine,
And if our lives were half as bleak as thine,
We would not seek from thy cold grasp to fly.
We do not slave our daily bread to buy;
Our eyes are blind to gold and silver’s shine;
We owe no debt, we pay no tax or fine;
We tremble not when creditors draw nigh.
The sickest animal that thou dost treat
Is weller than a man; in peace we dwell
And know not guilt or sin, and fear not hell:
Poor vet, we live in heaven at thy feet.
But do not think that any cat will weep
When thee a Higher Vet doth put to sleep.
Veterinario, no te enorgullezcas
por el gato de John Donne
Veterinario, no te enorgullezcas, aunque puedas hacer morir a los gatos
Tú vives sólo una vida, mientras que nosotros vivimos nueve,
y si nuestras vidas fueran la mitad de sombrías que las tuyas,
no buscaríamos escapar de tus frías garras.
No nos esclavizamos para comprar nuestro pan de cada día;
nuestros ojos están ciegos al brillo del oro y la plata;
no tenemos deudas, no pagamos impuestos ni multas;
no temblamos cuando los acreedores se acercan.
El animal más enfermo que tratas
está más sano que un hombre; en paz vivimos
y no conocemos la culpa ni el pecado, y no tememos al infierno:
pobre veterinario, vivimos en el cielo a tus pies.
pero no pienses que ningún gato llorará
cuando un veterinario superior te ponga a dormir.
Poetry for cats. Henry Beard
To a Vase
by Elizabeth Barrett Browning’s Cat
How do I break thee? Let me count the ways.
I break thee if thou art at any height
My paw can reach, when, smarting from some slight,
I sulk, or have one of my crazy days.
I break thee with an accidental graze
Or twitch of tail, if I should take a fright.
I break thee out of pure and simple spite
The way I broke the jar of mayonnaise.
I break thee if a bug upon thee sits.
I break thee if I’m in a playful mood,
And then I wrestle with the shiny bits.
I break thee if I do not like my food.
And if someone thy shards together fits,
I’ll break thee once again when thou art glued.
traducción al español
A un jarrón
por el gato de Elizabeth Barrett Browning
¿Cómo te rompo? Déjame contarte las formas.
Te rompo si estás a cualquier altura
que mi pata pueda alcanzar, cuando, dolida por algún desaire,
me enfurruño, o tengo uno de mis días de locura.
Te rompo con un rasguño accidental
O con un movimiento de cola, si me asusto.
Te rompo por puro y simple despecho
De la misma manera que rompí el frasco de mayonesa.
Te rompo si un insecto se posa sobre ti.
Te rompo si estoy de humor juguetón,
Y luego lucho con los pedacitos brillantes.
Te rompo si no me gusta mi comida.
Y si alguien junta tus fragmentos,
te romperé una vez más cuando estés pegado.
Poetry for cats. Henry Beard
Gato nocturno destruye su leyenda (Eduardo Chirinos)
No sé si me gustan los gatos. Tampoco
si me gustan los perros. Jamás he tenido
mascotas en casa (tampoco niños), pero
un gato me visita siempre por las noches.
“Debes ser el gato de Baudelaire, le digo.
Veo tus místicas pupilas, tus ojos de metal
y ágata mirarme a través de la oscuridad”.
Pero el gato no responde. “Entonces eres
Micifuz el extranjero o Marramaquiz el
que araña las bibliotecas del Parnaso”.
Pero el gato estira su lomo sin decirme
nada. “¿Has venido acaso de Cheshire
y no entiendes español?, ¿acaso apareces
y desapareces y muestras de noche tu
sonrisa sin gato?” Pero el gato, pardo
como todos los gatos, ni siquiera sonríe.
Pruebo entonces con el gato con botas,
con el gato triste y azul que nunca se
olvida, con el gato filósofo de Natsume
Soseki “que aún no tiene nombre”. Pero
el gato levanta su cola, da media vuelta y
se marcha, indiferente, hacia la noche fría.
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