AMOR INTERESPECIE

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¡BUEN DÍA!

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PERROS Y GATOS FAMOSOS LA FAMA ES PURO CUENTO (AQUÍ NO TRATAMOS SÓLO DE PERROS Y GATOS AFAMADOS O CON AMIGOS CÉLEBRES) PERO ES UNA BUENA PUERTA DE ENTRADA PARA CONOCER HISTORIAS O ESTAMPAS ENTRAÑABLES. AL FIN Y AL CABO: EN CUALQUIER PERRO O GATO CONFLUYEN TODOS LOS PERROS O GATOS QUE EXISTEN O HAN EXISTIDO TANTO EN LA REALIDAD COMO EN LA IMAGINACIÓN HUMANA.

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sábado, 15 de enero de 2022

POEMAS SOBRE PERROS




HABLANDO CON PERROS (W.H AUDEN)

De nosotros, por supuesto, quieres huesos de Grizzly
y dejarte llevar por un olor excitante
no importan los colores sino
la posibilidad de perseguir un conejo o de
conocer a un compañero para husmear
pero tu furia más profunda es para ser aceptado
como miembro jóven de un salón de masajes 
donde con gusto y modales 
te rasquen en el vientre y te digan cosas aunque
probablemente sólo escuches vocales. 









EL PERRO OKINAMARO - SILVINA OCAMPO

A Sei Shonagon

(que vivió en el siglo XI A.C)



Él, que paseaba un día coronado

de flores de durazno y de cerezo,

el triste Okinamaro como un preso

a la isla de los perros fue expulsado.

Cuando volvió al palacio oscuro, herido,

lo llamaste, pero él no te miró,

y nadie, nadie lo reconoció,

mas era él mismo, él mismo destituido.

Y lo reconociste en el momento

en que lloró a tus pies y que lo viste

desfigurado, sucio, hinchado y triste,

y lloraste con él su sentimiento.


SOBRE ESTE RELATO JAPONÉS DE SEI SHONAGON QUE SE ENCUENTRA EN "EL LIBRO DE LA ALMOHADA" Y AL QUE SE REFIERE LA AUTORA HAY UN BELLO FILM DE WES ANDERSON   TITULADO "LA ISLA DE PERROS"  DE 2018 QUE LO RECREA.









TRAILER EN ESPAÑOL



ESCENA DE LA PELEA POR COMIDA

PARA LEER EL RELATO DE SHONAGON, SE PUEDE CONSULTAR  LA ENTRADA "LA GATA QUE VIVÍA EN EL PALACIO" DE ESTE BLOG.




NIEBLA - RAFAEL ALBERTI

Rafael Alberti dedicó este poema a su pastor alemán Niebla. 

El perro había pertenecido antes a otro ilustre escritor: Pablo Neruda, que al tener que abandonar Europa por la guerra, se lo regaló a Alberti.


A Niebla, mi perro

Niebla, tu no comprendes: lo cantan tus orejas,
el tabaco inocente, tonto de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.

Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.

A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
que transportan la muerte en un cajón desnudo,
de ese niño que observa lo mismo que un festejo
la batalla en el aire, que asesinarle pudo.

A pesar del mejor compañero perdido,
de mi más tristísima familia que no entiende
lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
y a pesar del amigo que deserta y nos vende.

Niebla, mi camarada,
aunque tu no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada la fe, que es alegría, alegría, alegría.
RECITADO RAFAEL ALBERTI
VER DESDE EL BLOG





INAGOTABLE ASOMBRO - OLIVERIO GIRONDO

Este perro.
Este perro.
¡Indescriptible!
¡Único!

(¿Quién diría la forma,
la intención,
el tamaño
de todas sus membranas,
sus vértebras,
sus células,
sin olvidar su aliento,
sus costumbres,
sus lágrimas?)

Este perro.
Este perro,
semejante a otros perros
y a la vez tan distinto
a su padre,
a su madre,
sus hermanos,
sus hijos,
a los perros ya muertos,
y a todos los que existen.

Este perro increíble,
con su hocico,
su rabo,
sus orejas,
sus patas,
inédito,
viviente;
modelado,
compuesto
a través de los siglos
por un esfuerzo inmenso,
constante,
incomprensible,
de creación,
de armonía,
de equilibrio,
de ritmo.

Este perro.
Este perro,
cotidiano, inaudito,
que demuestra el milagro,
que me acerca al misterio...
que da ganas de hincarse,
de romper una silla.

RECITADO LEONARDO GRECO
VER DESDE EL BLOG











VERSOS PAR UN PERRO EN CONCRETO (DOROTHY PARKER)

Una fe tan gloriosa que llena tus ojos límpidos,
Querido amiguito mío, nunca lo supe.
Totalmente inocente eres tú, y sin embargo todo sabio.
(¡Por el amor de Dios, deja de preocuparte por ese zapato!)
Miras a tu alrededor y todo lo que ves es justo;
Este poderoso globo fue hecho solo para ti.
De todas las edades atronadoras, eres el heredero.
(¡Levántate de la almohada con ese hueso sucio!)

Un mundo escéptico al que te enfrentas con mirada fija;
En lo alto de un orgullo joven sostienes tu noble cabeza,
Alegremente te encuentras con la prisa de los días rugientes.
(¿Debes comer galleta de cachorro en la cama?)
Lanzado como tu coraje, resplandeciente, veloz y fuerte,
Tuyo es el éxtasis blanco de un alma alada,
El tuyo es un espíritu como una canción de Mayday.
(¡Dios te ayude, si rompes la pecera!)

"Todo lo que es, es bueno" - tu credo de gracia.
Usas tu alegría de vivir como una corona.
El amor ilumina tu acto más simple, cada uno de tus actos.
(¡Déjalo, te digo, deja ese gatito!)
Eres el regalo más bondadoso de Dios de todos: un amigo.
Tu lealtad resplandeciente sin duda,
Lo pides pero lo dejas para seguir hasta el final.
(¿No podrías esperar hasta que te saque?)


A MI PERRO - DOROTHY PARKER



A MI PERRO 
 A menudo me pregunto por qué diantres te crees tan maravilloso; 
párasito desvergonzado, desde que naciste vives la vida de Reilly.*
No destacas por ningún motivo; 
tus talentos no son muchos; constantemente eres infiel a tus mejores impulsos... si es que tienes alguno. 
Aun así crees, con una fe profunda, que el mundo gira alrededor de ti; 
¿Me permites señalar que consiguió rotar durante siglos sin ti? 

En belleza, estás convencido de que ganas, y de que los demás se quedan lejos. 
Crees que te pareces a Wallace Reid, 
o a Apolo por lo menos. 
Los encantos fatales con los que estás bendito, crees, apuntan a tu perfection; esta idea, como he sugerido, 
¿no precisa de corrección? 
En tu cola hay una raya que no pega; 
tus orejas no son lo que podrían ser; 
tu madre era, perdona que lo diga, 
ni mas ni menos, lo que cualquiera esperaría.**

Una no puede sino pensar que tu alborozo es algo exagerado; 
te exiges a ti mismo ser 
el alma de cada fiesta. 


Tu porte, aunque sincero, no lo dudo, francamente es demasiado informal. 
En cuanto a inteligencia, a veces temo que estés un poco por debajo de lo normal. 
La menor atencion te pudre el cerebro, 
las represiones eluden su atadura; 
por favor, piensa en los nervios de tus amigos,
 ¡y domínate ya! 

No piensas en el bien de los demás
 en tus actividades cotidianas, 
te pregunto, como haría una madre,
¿dónde tienes la consideración? 
Creo que casi nunca me he encontrado 
una vida tan lejos de la ley; 
tus modales no tienen remedio 
y tu moral es un espanto. 
Quizá te preguntas, como tantos otros, para que me someto a tu tiranía? 
Así es desde que el mundo es mundo: las mujeres siempre se enamoran de tus semejantes. 


NOTAS:
*La expresion «Vivir la vida de Reilly" alude a una vida ideal a expensas de otra persona. '
* perra: es un insulto más fuerte en inglés que en castellano. Por extensión, son of a bits (hijo de perra) equivale en su uso a hijo de puta. 


del libro de Dorothy Parker "Los poemas perdidos". Nórdica libros. Madrid 2013








OCHO PERRITOS (GABRIELA MISTRAL)



Los perrillos abrieron sus ojos
Del treceavo al quinceavo día.
De golpe vieron el mundo,
Con ansia, susto y alegría.


Vieron el vientre de la madre,
La puerta de la suya es la mía,
El diluvio de la luz,
Las azaleas floridas.


Vieron más: se vieron todos,
El rojo, el negro, el ceniza,
Gateando y aupándose,
Más vivos que las ardillas;
Vieron los ojos de la madre
Y mi grito rasgado, y mi risa.


Y yo querría nacer con ellos.
¿Por qué otra vez no sería?
Saltar de unos bananales
Una mañana de maravilla,
En can, en coyote, en venado;
Mirar con grandes pupilas,
Correr, parar, correr, tumbarme
Y gemir y saltar de alegría,
Acribillada de sol y ladridos


Hija de Dios, sierva oscura y divina.


IMAGEN DEL FILM "EL PERRO" DE CHARLES CHAPLIN




EL PERRO (PRIMO CASTRILLO)


Mi perro
Alejandro Baruque Nerón
se marchó de casa hace ya dos semanas.
No sé dónde estará en este momento.
Se marchó sin decirme nada.
Se marchó de súbito
tal vez en un instante
en que algún moscardón de aventura
le picaba las patas y el corazón.
Alejandro era un buen perro
honrado, respetuoso, agradecido,
jamás menoscabé su dignidad
comparándole con el hombre.
En casa no le faltaba nada
su comida a la hora fija
su colchoncito de musgo para dormir
el gato Melgarejo para dialogar
y una cholita de goma en minifalda
para ejercitar sus colmillos
besándola y mordiéndola con fruición.


Mi perro se marchó a la buena ventura.
No sé si llamarle ¡perro tonto!
o perro inteligente
Tal vez inteligente
porque yo creo que frustrado se sentía.
Frustrado de no poder ayudarme
en mi poesía.
Frustrado de no poder prestarme
o regalarme un poco de plata
o quizás cansado de ser perro
y cansado de ladrar a la luna
enseñándole sus dientes amarillos.
Se marchó y eso es todo.


Me siento bien resentido
porque se marchó sin hacerme saber
por qué se marchaba
si por aburrimiento
o porque sencillamente
lo desconocido del mundo
más allá del horizonte familiar
le atraía como el imán al hierro
o porque simplemente otro amo deseaba.
Otro amo menos pobre y olvidadizo
que no le regañase
por gastarse el vuelto en helados
y de perder tiempo en la calle
armando escándalo con malas compañías
antes de traerse retrasado
el diario "Presencia" de Monseñor Juan Quirós.



EPIGRAMA DE OGDEN NASH

EL PERRO

La verdad no me estiro ni empujo
 cuando digo que el perro es todo amor. 
También he probado,  prueba de rigor, 
que un perro mojado es el más cariñoso.







EL PERRO COJO (MANUEL BENÍTEZ CARRASCO)

Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado, un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros, Nacen en cualquier rincón,
destinados a comer basuras de perras tristes y flacas, Cuando pequeños, qué finosy ágiles son en la infancia, baloncitos de peluche lana, los miman, los acurrucan, los sacan al sol, les cantan.
a su ventura, mendigos Cuando mayores, al tiempo que ven que se fue la gracia, los dejan de casa en casa, sus hambres por los rincones y su sed sobre las charcas.
un dolor a media asta. Qué tristes ojos que tienen, que recóndita mirada como si en ella pusieran
nostalgia, Y se mueren de tristeza a la sombra de una tapia, si es que un lazo no les da una muerte anticipada. Yo le llamo: psss, psss, psss. Todo orejas asustadas, todo hociquito curioso, todo sed, hambre olfatea mis palabras como esperando o temiendo pan, caricias... o pedradas, no en vano lleva marcado
las orejitas gachas. Chasco un mal recuerdo en su pata. Lo vuelvo a llamar: psss, psss. Dócil a medias avanza moviendo el rabo con miedo y los dedos; le digo: "ven aquí, no te hago nada, vamos, vamos, ven aquí". Y adiós la desconfianza. Que ya se tiende a mis pies, a tiernos aullidos habla, ladra para hablar más fuerte, salta, gira; gira, salta; llora, ríe; ríe, llora; lengua, orejas, ojos, abanico de palabras. Es su alegría tan grande que más que hablarme, me canta. "¿Qué piedra te dejó cojo? Sí, sí, sí, malhaya". El perro me entiende; sabe que maldigo la pedrada, aquella pedrada dura que le destrozó la pata y él, con el rabo, me diceque le agrada No te preocupes, ya no ha de faltarte nada. Yo también soy callejero, aunque de distintas plazas y a patita coja y triste voy de jornada en jornada. Las piedras que me tiraron me dejaron coja el alma. Entre basuras de tierra tengo mi pan y mi almohada. Vamos, pues, perrito mío, vamos, anda que te cuestas, con nuestra tristeza en andas, yo por mis calles oscuras, tú por tus calles calladas, tú la pedrada en el cuerpo, yo la pedrada en el alma y cuando mueras, amigo,

yo te enterraré en mi casa bajo un letrero: «aquí yace un amigo de mi infancia». Y en el cielo de los perros, pan tierno y carne mechada, te regalará San Roque una muleta de plata hay, amigos donde los haya, mi perro y yo por la vida: pan pobre, rica compaña.
Era joven y era viejo; por más que yo lo cuidaba, el tiempo malo pasado lo dejó medio sin alma. Y fueron muchas las hambres, mucho peso en sus tres patas y una mañana, en el huerto, debajo de mi ventana, lo encontré tendido, frío, como una piedra mojada, un duro musgo de pelo estaba mi pobre perro muerto de las cuatro patas. Hacia el cielo de los perros se fue, anda que te anda, las orejas de relente y el hociquillo de escarcha. Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba: ortopédico de mimos, cirujano de palabras, bien surtido de intercambios con que curar viejas taras. "Para ti... un rabo de oro; para ti... un ojo de nieve; tú... tus colmillos de escarcha. Y tú, -mi perro reía-, tú... tu muleta de plata". Ahora ya sé por qué está la noche agujereada: ¿Estrellas... luceros...? No, es mi perro cuando anda... con la muleta va haciendo agujeritos de plata.


Yo soy el que te espera...


Tu coche tiene un sonido especial y puedo reconocerlo entre mil.

Tus pasos tienen un timbre mágico, son música para mí.

Tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz, y a veces no es necesario oírla: oigo tu tristeza.

Si veo tu alegría, me hace feliz!

No sé lo que es olor bueno o malo, solo sé que tu aroma es el mejor.

Algunas presencias me gustan. Otras, no tanto.

Pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos.

Tu despierto, me despiertas.

Tu durmiendo eres mi Dios, reposando en casa y yo cuidando tu sueño.

Tu mirada es un rayo de luz, cuando me doy cuenta de tu despertar...

Sus manos sobre mí, tienen la ligereza de la paz.

Y cuando Tu sales, todo está vacío otra vez...

Y vuelvo a esperarte siempre y siempre...

Por el sonido de tu coche;

Por tus pasos;

Por tu voz;

Por tu estado siempre inconstante del humor;

Por tu olor;

Por tu reposo bajo mi vigilia;

Por tus ojos;

Por tus manos.

Y soy feliz así.

Yo soy el que te espera:

¡Soy tu perro!


ACÉRCATE CACHORRO


Yo se que tienes dudas

y miras temeroso,

como confiar del hombre

si fue quien te dejó.


Olvídate del miedo,

cobíjate en mis brazos,

no apures más tus pasos

yo te daré mi amor.

Tus gritos se perdieron

en la calle vacía,

no sirvió tu alegría

ni tu fidelidad.


Igual te abandonaron

ignorando tu suerte,

lo mismo era la muerte,

no volvieron atrás.


Acércate cachorro,

deja que te acaricie,

no habrá mas días grises

si te vienes conmigo.


Has movido la cola

señal que me entendiste,

no quiero que estés triste

desde hoy, yo soy tu amigo!!


IMAGEN DEL FILM "HACHIKO" CON RICHARD GERE





UN PERRO HA MUERTO (PABLO NERUDA)








Mi perro ha muerto.
Lo enterré en el jardín
junto a una vieja máquina oxidada.
Allí, no más abajo,
ni más arriba,
se juntará conmigo alguna vez.
Ahora él ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz iría.
Y yo, materialista que no cree
en el celeste cielo prometido
para ningún humano,
para este perro o para todo perro
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero él me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.
Ay no diré la tristeza en la tierra
de no tenerlo más por compañero,
que para mí jamás fue un servidor.
Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independienre
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.
No, mi perro me miraba
dándome la atención que necesito,
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro él,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.
Ay cuántas veces quise tener cola
andando junto a él por las orillas
del mar, en el invierno de Isla Negra,
en la gran soledad: arriba el aire
traspasado de pájaros glaciales,
y mi perro brincando, hirsuto, lleno
de voltaje marino en movimiento:
mi perro vagabundo y olfatorio
enarbolando su cola dorada
frente a frente al Océano y su espuma.
Alegre, alegre, alegre
como los perros saben ser felices,
sin nada más, con el absolutismo
de la naturaleza descarada.
No hay adiós a mi perro que se ha muerco.
Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.
Ya se fue y lo enterré, y eso era todo.


IMAGEN DEL FILM "TODOS LOS PERROS VAN AL CIELO" DE DISNEY.


ELEGÌA A LA MUERTE DE UN PERRO (MIGUEL DE UNAMUNO)


La quietud sujetó con recia mano
al pobre perro inquieto,
y para siempre fiel
se acostó en su madre,
piadosa tierra.

Sus ojos mansos,
no clavará en los míos
con la tristeza de faltarle el habla;
no lamerá mi mano
ni en mi regazo su cabeza fina
reposará.
Y ahora ¿en qué sueñas?
¿ Dónde se fue tu espíritu bestia,
y encima de los cielos
te pasees brincando al lado mío?
¡ El otro mundo !

¡ Otro... otro y no éste !
Un mundo sin el perro,
sin las montañas blandas,
sin los serenos ríos
a que flanqueen los serenos árboles,
sin pájaros ni flores,
sin perros, sin caballos,
sin bueyes que aran...
¡ El otro mundo !
¡ Mundo de los espíritus !

Pero ¿ allí no tendremos
en torno de nuestra alma
las almas de las cosas de que vive,
el alma de los campos,
las almas de las rocas,
las almas de los árboles y ríos,
las de las bestias ?

Allá, en el otro mundo,
tu alma, pobre perro,
¿no habrá de recostar en mi regazo
espiritual su espiritual cabeza ?
La lengua de tu alma, pobre amigo,
¿ no lamerá la mano de mi alma ?

¡ El otro mundo... !
¡ Otro... y no éste !
Oh, ya no volverás, mi pobre perro,
a sumergir tus ojos
en los ojos que fueron tu mandato;
ve, la tierra arranca
de quien fue tu ideal, tu dios, tu gloria.
Pero él, tu triste amo,
¿ te tendrá en la otra vida ?
¡ El otro mundo... !
¡ El otro mundo es el del puro espíritu !
¡ Del espíritu puro !
¡ Oh terrible pureza, inanidad, vacío !

¿ No volveré a encontrarte, manso amigo ?
¿ Serás allí un recuerdo,
recuerdo puro ?
Y este recuerdo.
¿ no correrá a mis ojos ?
¿ No saltará blandiendo en alegría,
enhiesto el rabo ?
¿ No lamerá la mano de mi espíritu ?
¿ No mirará a mis ojos ?
Ese recuerdo,
¿ no serás tú, tú mismo,
dueño de ti, viviendo vida eterna ?
Tus sueños, ¿qué se hicieron ?
¿ Qué la piedad con que leal seguiste
de mi voz el mandato ?

Yo fui tu religión, yo fui tu gloria;
a Dios en mí soñaste;
mis ojos fueron para ti ventana
del otro mundo.

Si supieras, mi perro,
qué triste está tu dios porque te has muerto.
¡ También tu dios se morirá algún día !
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados,
tal vez buscando en estos el misterio
que te envolvía.

Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
‘¿ A dónde vamos, mi amo ?
¿ A dónde vamos ?’

El vivir con el hombre, pobre bestia,
te ha dado acaso un anhelar oscuro
que el lobo no conoce;
tal vez cuando acostabas la cabeza
en mi regazo
¡ vagamente soñabas en ser hombre
después de muerto !
¡ Ser hombre, pobre bestia !

Mira, mi pobre amigo,
mi fiel creyente;
al ver morir tus ojos que me miran,
al ver cristalizarse tu mirada,
antes fluida,
yo también te pregunto: ‘¿ A dónde vamos?’
¡ Ser hombre, pobre perro !

¡ Mira, tu hermano,
es ese otro pobre perro,
junto a la tumba de su dios tendido,
aullando a los cielos,
llama a la muerte !
Tú has muerto en mansedumbre,
tú con dulzura,
entregándote a mí en la suprema
sumisión de la vida;
pero él, el que gime
junto a la tumba de su dios, de su amo
ni morir sabe.

Tú al morir presentías vagamente
vivir en mi memoria,
no morirte del todo,
pero tu pobre hermano
se ve ya muerto en vida,
se ve perdido
y aúlla al cielo suplicando muerte.

Descansa en paz, mi pobre compañero,
descansa en paz; más triste
la suerte de tu dios que no la tuya.
Los dioses lloran cuando muere el perro
que les lamió las manos,
que les miró a los ojos,
y al mirarlos así les preguntaba:
‘¿ A dónde vamos ?’


TENGO QUE CRIAR UN PERRO (RUBÉN DARÍO)

Tengo que criar un perro,
ya que en este mundo estoy.
No me importa lo que sea,
alano, galgo o bull-dog;
lo quiero para tener
un tierno y fiel queredor
que sonría con el rabo
cuando le acaricie yo;
para que me ofrezca todo
su perruno corazón,
y gruña a quien me amanece
y se alegre con mi voz;
y para si me da el coléra
y huyen de mi alrededor,
juntos, parientes y amigos,
que nos quedamos los dos:
yo, cadáver, como huella
de una vida que pasó;
él lanzado tristemente
sus aullidos de dolor.








ODA AL PERRO (PABLO NERUDA)


El perro me pregunta
y no respondo.
Salta, corre en el campo y me pregunta
sin hablar
y sus ojos
son dos preguntas húmedas, dos llamas
líquidas que interrogan
y no respondo,
no respondo porque
no sé, no puedo nada.

A campo pleno vamos
hombre y perro.

Brillan las hojas como
si alguien
las hubiera besado
una por una,
suben del suelo
todas las naranjas
a establecer
pequeños planetarios
en árboles redondos
como la noche, y verdes,
y perro y hombre vamos
oliendo el mundo, sacudiendo el trébol,
por el campo de Chile,
entre los dedos claros de septiembre.

El perro se detiene,
persigue las abejas,
salta el agua intranquila,
escucha lejanísimos
ladridos,
orina en una piedra
y me trae la punta de su hocico,
a mí, como un regalo.
Es su frescura tierna,
la comunicación de su ternura,
y allí me preguntó
con sus dos ojos,
por qué es de día, por qué vendrá la noche,
por qué la primavera
no trajo en su canasta
nada
para perros errantes,
sino flores inútiles,
flores, flores y flores.
Y así pregunta
el perro
y no respondo.

Vamos
hombre y perro reunidos
por la mañana verde,
por la incitante soledad vacía
en que sólo nosotros
existimos,
esta unidad de perro con rocío
y el poeta del bosque,
porque no existe el pájaro escondido,
ni la secreta flor,
sino trino y aroma
para dos compañeros,
para dos cazadores compañeros:
un mundo humedecido
por las destilaciones de la noche,
un túnel verde y luego
una pradera,
una ráfaga de aire anaranjado,
el susurro de las raíces,
la vida caminando,
respirando, creciendo,
y la antigua amistad,
la dicha
de ser perro y ser hombre
convertida
en un solo animal
que camina moviendo
seis patas
y una cola
con rocío.

Yo, el perro (Wislawa Szymborska)

Hay perros de perros. Yo era uno de los elegidos.

Mis papeles estaban en regla y por mis venas corría

sangre de lobos.

Vivía en las alturas y aspiraba el olor de los paisajes:

praderas asoleadas, abetos después de la lluvia

y pedazos de tierra bajo la nieve.


Tenía una casa decente y había gente pendiente de mí.

Me alimentaban, me bañaban, me acicalaban,

y daba estupendos paseos.

Respetuosamente, sin embargo, como debe ser.

Todos sabían muy bien de quién era perro yo.


Hasta el más pinche gozque puede tener un amo.

Pero, ojo, cuidado con las comparaciones.

Mi amo era de raza aparte.

La espléndida manada seguía cada paso que daba

y fijaba en él los ojos con asombrado pavor.


Para mí siempre esbozaban una sonrisa

tras la cual se vislumbraba una envidia mal disimulada.

Como yo era el único que podía

saludarlo con ágiles brinquitos,

sólo yo podía despedirlo mordiéndole los pantalones.

Sólo a mí me estaba permitido

recibir caricias y reburujes

cuando tenía mi cabeza en su canto.

Yo era el único que podía fingir sueño

mientras él se inclinaba hacia mí para susurrarme algo.


Con frecuencia se encolerizaba y trataba a la gente a

gritos.

Gruñía, ladraba y no cabía

entre las paredes del recinto.

Sospecho que yo era el único que de verdad le gustaba;

nadie más, nunca.


También tenía mis responsabilidades: esperaba

y confiaba

ya que él aparecía brevemente y luego se esfumaba.

Qué hacía allá abajo en las llanuras, no lo sé.

Supuse, sí, que debía de ser urgente,

casi tan urgente

como mi batalla contra los gatos

y contra cualquier cosa que se moviera sin razón

aparente.


Hay destinos de destinos. El mío cambió de repente.

Vino una primavera

y él ya no estaba.

En casa todo se puso patas arriba.

Maletas, cofres, baúles embutidos en automóviles.

Las llantas chirriando a toda velocidad cuesta abajo

y, luego, silencio tras la curva.


En la terraza trozos y escombros en llamas,

camisas pardas, brazaletes con emblemas negros,

y toneladas y toneladas de cartones machacados

desbordantes de estandartes inútiles.


Me vi a la deriva en medio de esta vorágine,

más asombrado que irritado.

Sentí miradas poco amigables sobre mi pelambre,

como si fuera un perro sin amo,

un gozque fisgón

al que espantan escaleras abajo con una escoba.


Alguien arrancó mi collar con adornos de plata,

alguien pateó mi plato, vacío durante días.

Luego alguien más, antes de alejarse,

se bajó del coche

y me pegó un par de tiros.


Ni siquiera sabía disparar derecho,

pues me vi moribundo durante largo tiempo,

en medio del dolor,

a merced del zumbido impertinente de las moscas.

Yo, el perro de mi amo.



EL CORO DE LOS DOCTORES (MIGUEL RAMOS Y VITAL AZA "EL REY QUE RABIÓ)

 Juzgando por los síntomas que tiene el animal, 
bien puede estar hidrófobo, 
bien no lo puede estar, 
y afirma el gran Hipócrates 
que el perro en caso tal suele ladrar muchísimo o suele no ladrar. 

Con la lengua fuera, torva la mirada, húmedo el hocico, débiles las patas, 
muy caído el rabo, las orejas gachas... Todos estos signos pruebas son de rabia; pero al mismo tiempo bien puede probar que el perro está cansado de tanto andar. 

Doctores sapientísimos que yo he estudiado bien son, en sus obras clínicas, de nuestro parecer. 
"Fermentus virum rabicum que incorpurus canis est, mortalis sont per accidens, mortalis sont per se". 
Para hacer la prueba que es más necesaria, agua le pusimos en una jofaina 
y él se fue gruñendo sin probar el agua. 

Todos estos signos pruebas son de rabia, pero al mismo tiempo signos son, tal vez, de que el animalito no tiene sed. Y de esta opinión nadie nos sacará. ¡El perro está rabioso! ¡O no lo está!








EL PERRO (MANUEL JOSÉ OTÓN)

No temas mi señor: estoy alerta
Mientras tú de la tierra te desligas
Y, con el sueño tu dolor mitigas,
Dejando el alma a la esperanza abierta.

Vendra la aurora y te dire: “despierta,
Huyeron ya las sombras enemigas.
Soy compañero fiel de tus fatigas
Y celoso guardián junto a tu puerta.

Te avisaré del rondador nocturno,
Del amigo traidor, del lobo fiero
Que siempre anhelan encontrarte inerme.


Y si llega con paso taciturno
La muerte, con mi aullido lastimero
También te avisaré... ¡descansa y duerme!





IMÁGENES DEL FILM "MEJOR IMPOSIBLE" CON JACK NICHOLSON.


EL PODER DE UN PERRO (RUDYARD KIPLING)

There is sorrow enough in the natural way
From men and women to fill our day;
But when we are certain of sorrow in store,
Why do we always arrange for more?
Brothers and sisters I bid you beware
Of giving your heart to a dog to tear.

Buy a pup and your money will buy
Love unflinching that cannot lie--
Perfect passion and worship fed
By a kick in the ribs or a pat on the head.
Nevertheless it is hardly fair
To risk your heart for a dog to tear.
When the fourteen years that nature permits
Are closing in asthma or tumors or fits
And the vet's unspoken prescription runs
To lethal chambers, or loaded guns.
Then you will find--its your own affair
But--you've given your heart to a dog to tear
When the bodyKthat lived at your single will
When the whimper of welcome is stilled (how still!)
When the spirit that answered your every mood
Is gone--wherever it goes--for good,
You still discover how much you care
And will give your heart to a dog to tear.
We've sorrow enough in the natural way
When it comes to burying Christian clay.
Our loves are not given, but only lent,
At compound interest of cent per cent.
Though it is not always the case, I believe,
That the longer we've kept 'em the more do we grieve;
For when debts are payable, right or wrong,
A short time loan is as bad as a long--
So why in Heaven (before we are there)
Should we give our hearts to a dog to tear?
Harto se sufre ya en el vida,
El dolor por los nuestros nos colma los días.
Y cuando de pena las reservas rebosan,
¿Cómo es que buscamos añadir aún más?
Hermanos, hermanas, reflexionen antes,
No dejen que un perro el corazón
les quebrante
Compre un perro y por su dinero tendrá
Amor sin reservas, nunca le fallará-
Pasión perfecta y admiración nutridas
A base de pataditas y caricias en la cabeza.
Incluso así, no está bien que
arriesgue
Dejando que un perro el corazón
le quebrante
Cuando los catorce
años que la natura concede
Concluyen con asma,
tumores o
achaques,
Y e veterinario tácitamente receta
Salas de sacrificio y cargadas escopetas
Sólo entonces sabrá- y será su problema-
Que ha dejado que un perro el corazón le quebrante
Cuando el cuerpo que ha vivido sólo para complacerle,
Con sus quejidos de bienvenida, se le acalla,
Cuando el alma que al lado tenía en cada altibajo
Para siempre se ha ido-a donde quiera que sea-
Descubrirá lo mucho que duele
Y dejará que un perro el corazón le quebrante.
Harto dolor hay ya en la vida cuando un alma cristiana hay que despedir.
Nuestros amores no son nuestros, sino prestados
Y el precio que pagamos es alto con creces.
Aunque no siempre es así, creo que
Cuanto más nos acompañen, más largo será
el duelo
Ya que, si una deuda devuelves, para bien
o para mal,
Más tarde o más temprano, el préstamo
nos dañará
¡Cielo santo! (antes de estar en él)
¿Por qué dejar que un perro el corazón
nos quebrante?









OH HAPPY DOGS OF ENGLAND (STEVIE SMITH)

Oh happy dogs of  England
Bark well as well as you may
if you lived anywhere else
you would not be so gay.

Oh happy dogs of England
Bark well at errand boys
if you lived anywhere elese
you would not be alloved to make such and infernal noise.





OH, FELICES PERROS DE INGLATERRA (STEVIE SMITH)


Oh, felices perros de Inglaterra
ladren hasta quedar sin aliento
si en otra parte vivieran
no estarían tan contentos.


Oh, felices perros de Inglaterra
a los mensajeros aturdan con sus ladridos
si en otra parte vivieran
no les permitirían hacer
semejante infernal ruido






 CANCIONES DE PERRITOS - MARY OLIVER
(TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL PIERRE HERRERA)



Así comienza

Un perrito es un perrito es un perrito.
Seguro está dentro de una canasta
ㅤㅤㅤcon otros perritos.
Parece el más grande y no es nada
ㅤㅤㅤsino puro deseo.
Ni siquiera sabe qué pasa.

Entonces alguien lo levanta.
ㅤㅤㅤ«Quiero éste», dice.





Así somos nosotros, así ellos

Nos volvemos religiosos
y dejamos de serlo
hasta que necesitamos volver a creer en algo.
Cuando ganamos más dinero
nos aferramos a la moral
hasta que volvemos a pensar sólo en el dinero.
Conocemos personas increíbles, y las perdemos
ㅤㅤㅤpor estar siempre ocupados.
Estamos, como se dice, en todo y nada.
Obvio, la perseverancia
se trata más de ellos que de nosotros.
Por eso amamos tanto a los perritos.



Si estás leyendo este libro

Tal vez no estés de acuerdo o no te importe,
pero como estás aquí quiero que sepas
que de todo lo que amo en el mundo
— ¡y amo mucho! — muy cerca de mi top
están los perritos sin correa.





Una historia común de perritos

Tengo una cama, mi cama.
Es de mi tamaño.
A veces duermo solo
y aparecen sueños en mis ojos.

Otras veces esos sueños son oscuros y salvajes y raros,
y me despiertan y dan miedo, no sé por qué.
Se me quita el sueño
y las horas pasan lentas lentas.

Entonces me subo a la cama donde la luna
ilumina tu rostro,
ahí sé que pronto amanecerá.

Todos necesitamos un lugar seguro.




La tormenta (Bear)

Ahora mi perrito brinca por todo el jardín
ㅤㅤㅤy hace surcos en la nieve
ㅤㅤㅤcon sus patitas.
Corre enérgico de aquí para allá,
ㅤㅤㅤno se detiene, salta, da vueltas
hasta que en la nieve queda escrita,
ㅤㅤㅤcon letras grandes y exuberantes,
una larga frase que manifiesta
ㅤㅤㅤlos placeres del cuerpo en este mundo.

No, yo no podría haberlo dicho mejor.



Conversaciones

1.
Bear dijo: «Lo sé, debería estar pendiente
tuyo, pero no puedo
si te quedas atrás platicando».

Oye, pero ¿cómo podrías estar al pendiente
si vas medio kilómetro delante?

«Es cierto», respondió Bear.
«Pero voy pensando en ti».

2.
Iba a salir por unos días, llamé
a la guardería canina e hice una reservación.
Bear me escuchó.

«El amor y los apapachos», dijo Bear,
«pueden marcar la diferencia. Sí, serán lindos
conmigo pero yo voy a estar triste, triste, triste».
Lastimosamente arqueó sus patitas.

Cancelé el viaje.

***

Canción de Luke, la perrita chatarrera

Nací entre chatarra,
no entre harapos
ni sobre el asiento de una carcacha
sino en la tierra.

Cuando abrí los ojos
me arrastré para observar
el vaivén del pasto y los árboles
y ahí comencé a soñar.
Los gusanos intentaban comerme.

Esa noche, sobre los fierros retorcidos
pude ver una estrella — sólo una.
Su luz era milagrosa
y me enseñó algo hermoso
que podría interesarte.

Los gusanos seguían con lo suyo,
yo me enamoré de aquella estrella.
Cada noche la observaba,
su brillo era lejano y luminoso.

Mira, soy una perrita chatarrera
que lo primero que aprendió fue a soñar.
Así que escúchame,
lo que aprendes a amar con la mirada
se vuelve parte de ti.

***

Luke

Tuve una perrita
ㅤㅤㅤque amaba las flores.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤCorría emocionada,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤpor los campos

hasta detenerse
ㅤㅤㅤfrente a las madreselva
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤo los rosales,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤy con su cabeza oscura

y su nariz húmeda
ㅤㅤㅤacariciaba
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤel rostro
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤde cada flor,

su pétalos
ㅤㅤㅤsedosos,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤsu fragancia
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤque se elevaba

en el aire,
ㅤㅤㅤhasta donde las abejas,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤcubiertas de polen,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤrevoloteaban.

Ella amaba
ㅤㅤㅤcon sencillez
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤcada botón,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcada flor,

pero no lo hacía
ㅤㅤㅤcon la seriedad
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤni con la falsa delicadeza
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcon la que elegimos

una flor u otra
ㅤㅤㅤo elogiamos a alguien
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤo tratamos de amarle,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤmás bien de una manera

que nos hacía anhelar
ㅤㅤㅤser así de felices
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤen la tierra,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤasí de salvajes y cariñosos.

***

Su tumba

Ella regresaría de la ciénaga toda enlodada.
Se recostaría aquí y dibujaría, con la piel negra
de sus encías, una bella y horrorosa sonrisa;
yo acariciaría sus orejas puntiagudas
ㅤㅤㅤy sus suaves coditos,
y la abrazaría hasta maravillarme
ㅤㅤㅤcon el hermoso arco de su cuello.

Cuatro personas la llevamos al bosque.
No íbamos pensando en música
y se soltó una lluvia
melódica.

Sus carreras y saltos de loba.

Su arrogante satisfacción al atrapar una presa.

Mi arrogante satisfacción al verla tan feliz
corriendo entre los pinos para llegar a lamer
mi cara con su lengua cubierta de musgo.

¿Pensará el colibrí que él inventó
ㅤㅤㅤsu gargantilla carmesí?
No, seguro es más listo que eso.

Con suerte, algunos perritos viven quince años.

¿Pensarán las grullas al volar entre las nubes
que sus graznidos son música?

Una perrita llega a vivir a tu casa,
ㅤㅤㅤpero no eres tú
quien la posee, así como la lluvia no se posee
ni los árboles, ni sus ciclos.

¿Pensará la osa bajo su colina en otoño
que ella concibió la idea de refugio y provisión
para hibernar?

Una perrita nunca podrá decirte lo que siente
al oler el mundo, pero puedes intuir al verla
ㅤㅤㅤque en realidad
sabes muy poco del mundo.

¿Pensará la víbora con su piel de diamantes
que el túnel negro que rodea la ciénaga
es un palacio que sólo ella pudo imaginar?

Ella se pasearía de aquí para allá
por todo el campo
ㅤㅤㅤhasta regresar conmigo,
o me esperaría, o haría otras cosas.

Ahora está enterrada bajo estos pinos.

Por timidez no debatiré nada ni rezaré,
tampoco voy a enfadarme.

Es el viento través de los árboles
ㅤㅤㅤquien discute algo.

Ese olor a pino, ¿no tiene el gusto
de una fuerza infatigable?

¡Su cuerpo era tan fuerte!
Qué apropiado es el lugar de su tumba.

Qué eterno y hermoso será su sueño.

Sólo ahora
montañas de amor se deslizan
sobre nosotras.





Benjamin, que vino de quién sabe dónde

¿Qué debo hacer?
Cuando agarro la escoba
ㅤㅤㅤél se va del cuarto.
Cuando traigo leña
ㅤㅤㅤcomienza a correr por el patio.
Cuando regresa nos abrazamos
ㅤㅤㅤprolongadamente y con sosiego.
En su pecho, que casi toca el suelo,
ㅤㅤㅤpuedo escuchar su corazón reducirse.
Entonces sobo su lomito,
ㅤㅤㅤbeso sus patitas
y acarició sus orejotas de sabueso.
ㅤㅤㅤBenji, le digo,
todo está bien; yo también he sentido cómo
ㅤㅤㅤla vejez va dando caza a mi juventud.

***

Volvió a irse corriendo el perrito (Benjamin)

y debería empezar a gritar su nombre,
a dar palmadas,
pero ha llovido toda la noche
y el arroyo aquí cerca creció tanto
hasta que se volvió una vorágine rojiza
que se abalanza sobre piedras y musgo
para florecer después como
música dulce y enloquecida
con la que no quiero enredar
mi voz que llama
y le pide a mi perrito que ya regrese
mira, la luz y las sombras se buscan,
escucha al viento arremolinarse arriba y abajo,
quién soy yo para pedirle a ese cuerpo feliz,
a sus cuatro patitas enguatadas que adoran
correr y andar entre las hojas oscuras,
que regrese a caminar a mi lado, obediente.

***

Aferrarse a Benjamin

De nada sirve que le digas
que él

y el mapache son hermanos.
Tienes tus ideas cálidas sobre la naturaleza

pero él tiene otras,
ideas mordisquedas

por sus dientes blancos
y sus labios que a veces hacen muecas

de formas horribles.
Amas

a este solemne perrito
pero también admiras al mapache

y tu idea de dios te socorre
en lo esperanzador y lo improbable.

Al enmascarado gris
le dices: ¡Escapa!

y con la misma urgencia, le dice al perrito:
¡Quédate!

y él se quedará o se irá,
dependiendo

de más cosas de las que sepas nombrar.
Él está seguro de estar en lo correcto,

mientras tú, confundida en tus ideas,
no lo estás

aunque ahora estés tranquila y en calma.
Algo desalentada.

Y son sus ojos, no lo tuyos,
lo que se mantiene claros y brillantes.

***

La profesora de poesía

La universidad me asignó una nueva y elegante
aula para mis clases. Sólo un detalle,
me dijeron. No puedes traer a tu perrito.
Lo acordamos en mi contrato, les respondí.
(Me aseguré de eso).

Negociamos, y me regresaron a mi antigua
aula en el antiguo edificio. Busqué la manera
de dejar la puerta abierta y tener un recipiente
con agua. Así escucharía los ladridos de Ben
entre los ruidos, aunque él estuviera lejos.
Entonces llegarían a la clase de poesía
—Ben, sus camaradas y uno o dos perritos
rándom— todos muy sedientos y sonrientes.
Beberían y después se recostarían en el piso
entre mis estudiantes. Ellas y ellos los amarían.
Y escribirían poemas igual de sedientos y felices.

***

Bazougey

¿A dónde habrá ido, aquel perrito negro
ㅤㅤㅤque bajaba por este camino ladrando
ㅤㅤㅤy radiante?
Se ha ido, de este mundo de las cosas pequeñas,
ㅤㅤㅤde lo singular y lo visible.

Sí, el aguijón que más se encarna es la tristeza.
ㅤㅤㅤ¿Se habrá alejado por completo, o sólo
ㅤㅤㅤse volvió parte de ese otro mundo que nos rodea?

Ven conmigo al bosque donde la primavera
ㅤㅤㅤsiempre avanza, sin importar nada más,
y que no lo hace como algo único y particular, sino
ㅤㅤㅤcomo un don eterno y palpable.

Mira cómo las violetas se abren y las hojas palpitan,
ㅤㅤㅤcómo la corriente resplandece y los pájaros cantan.
ㅤㅤㅤ¿En qué te hace pensar esto?
En sus rizos luminosos, sus ojos irreprochables
ㅤㅤㅤy sus hermosos hermosos ladridos.


Cuerdas

Antes, en esta la ciudad, los perritos vagaban libres. Ahora ya no.
ㅤㅤㅤUna mañana llegó un perrito a nuestro patio, tenía un pedazo de cuerda alrededor de su cuello. Jugó con nuestros perritos y desapareció. Al día siguiente volvió a aparecerse con una cuerda distinta en el cuello. Esto pasó por varios días — venía a jugar tiernamente, siempre con la cuerda mordisqueada.
ㅤㅤㅤEsa temporada estábamos mudándonos de casa; una noche terminamos de empacar. Días después tuve una corazonada y conduje hasta la antigua casa. Ahí estaba él, echado en el pasto junto a la puerta. Lo subí al auto y le enseñé dónde era la nueva casa. «Venga», le dije.
ㅤㅤㅤSe quedó un rato y después se fue. Pero a la mañana siguiente ahí estaba de nuevo, con todo y cuerda. Esa tarde se presentó su dueña — con sus papeles de la casa Bideawee y una correa. «Se llama Sammy», dijo. «Y ahora es suyo».
ㅤㅤㅤCuando Sammy creció comenzó a vagar por el pueblo, hasta que fue capturado por los de la perrera. Eventualmente fuimos a juicio, donde aprendimos que ese no era un lugar para argumentar. Se nos exigió construir una valla. Eso hicimos.
ㅤㅤㅤPero Sammy no sólo mordisqueaba las cuerdas sino que podía trepar vallas. Él siguió vagabundeando.
ㅤㅤㅤA excepción del incidente con la perrera, Sammy nunca se metió en problemas; al contrario, hizo muchos amigos. No se peleaba con otros perritos, sólo llegaba a un patio y se quedaba ahí, y a veces saludaba a sus habitantes. Las personas comenzaron a llamarnos para que fuéramos por él antes de que los de la perrera lo vieran. Algunos lo llegaron a meter a sus casas cuando pasaba la patrulla. Un día llamó una mujer desde el otro lado del pueblo; cuando llegué me dijo, «¿Podrías esperar unos minutos?, es que le hice unos huevitos revueltos».
ㅤㅤㅤPodría seguir contando historias de Sammy sin fin. Pero te contaré la feliz e inesperada conclusión. ¡El hombre de la perrera renunció! Y quien lo sustituyó era muy distinto porque también añoraba cómo era antes. Así que cuando se encontraba a Sammy, lo llamaba, lo subía a su camioneta y lo traía a casa. Sammy vivió una vida larga y alegre, llena de muchos amigos.
ㅤㅤㅤEsa es la historia de Sammy. Aunque creo que dentro de ésta hay uno o dos poemas. Tal vez sobre lo que era la vida en este pueblo años atrás, y cómo muchos extrañamos esos días.
ㅤㅤㅤO tal vez sobre las maravillas que ocurren cuando rompes la cuerda que te detiene.


Percy

Nuestro perrito, llamado así por el poeta,
se comió un libro que por desgracia
dejamos a su alcance.
Por fortuna era un Bhagavad Gita,
que es un libro fácil de conseguir.
Ahora cada día, la vida de Percy crece
como crece su belleza, y nosotros acariciamos
su salvaje y rizada cabeza y le decimos,

«Ay, el perrito más sabio de los perritos sabios».

***

Escuela

Eres como un montaraz
que nunca fue a la escuela.
Te digo siéntate, y tú brincas.
Te digo ven, y te vas corriendo a la arena
buscando peces muertos
para revolcarte y perfumar tu lindo cuello.
Es verano.
¿Cuántos veranos vive un perrito como tú?

¡Corre, Percy, corre!
Esta es nuestra escuela.

***

Rapsodia del perrito en la noche

Pone su cachete junto al mío
y hace ruiditos suaves y expresivos.
Y cuando me desvelo o estoy muy despierta,

se tira boca abajo, con sus patitas al aire
y me mira con sus fervientes ojos negros.

«Dime que me quieres», me dice.

«Dímelo de nuevo».

¿Podría haber un arreglo más dulce?
Una y otra vez él me preguntará.
Y yo le contestaré.

***

El tiempo pasa

Y Percy se vuelve cada día más descarado.
«Querida, bajemos a la playa», me dice.
«Hagamos temblar al mar con nuestros ladridos.
Busquemos cosas muertas y explorémoslas,
de preferencia, con nuestras bocas».

A veces opta por los desperdicios del caballo de Paul
ㅤㅤㅤ(después de explorarlos,
perdón por decirlo, siempre quiere darme de besos).

A todas y todos nos toca alguna vez.
Que el pequeño crezca.
Y, aunque no lo queramos, tome su propio camino.

Lo entiendo.
Aunque me cuesta celebrarlo.
Lo diré con un estremecimiento familiar para algunos:

Miren a ese pequeño de cabellos rizados,
ㅤㅤㅤahora se basta a sí mismo.

***

Sin título

Antes de que operaran a Percy
tuvo una cita con una perrita
llamada Penny. Como era de esperar
no pasó nada después. Pero cómo
sonreía y sonreía Percy
todo el camino a casa.


Percy me despierta

Percy me despierta; no estoy lista.
Él durmió entre las sábanas toda la noche.
Ahora quiere comenzar el día: un paseo,
ㅤㅤㅤdespués el desayuno.
Logro levantarme. Él me está esperando
ㅤㅤㅤsentado en un lugar de la cocina
ㅤㅤㅤdonde no debería sentarse.
Qué perrito hermoso, le digo. Qué listo
ㅤㅤㅤque me despiertes
ㅤㅤㅤpara que salgamos.
Piensa que voy a decir algo más y sus ojos
ㅤㅤㅤemocionados se humedecen.
Va a tumbarse al sillón para que lo mime.
Da vueltas y llora bajito; sabe que me despertó
ㅤㅤㅤsólo para pasear,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤle digo que todo está bien.
Le rasco atrás de las orejas, y sigo con los cariñitos
ㅤㅤㅤpor todo su cuerpo. Queda exaltado
con tantas caricias. Entonces salimos a caminar,
ㅤㅤㅤregresamos a comer; somos felices.

Este es un poema sobre Percy.
Este es un poema sobre todo lo que rodea a Percy.
Sobre todo eso.

***

La ternura de los perritos

¿Qué dices, Percy? Deberíamos ir
a sentarnos en la arena a mirar cómo sale
la luna. Hoy habrá luna llena.
Entonces vamos,

la luna asciende, tan hermosa
que enternece. Me concentro
en el tiempo y el espacio, y pienso
en mí: una pizca de todo
lo que es infinito. Después nos sentamos,

y pienso en lo afortunada que soy,
por esta luna bella, por lo desbordante
que es amar el mundo; Percy se reclina
sobre mí y gira su cabeza para mirarme,
como imaginando que sólo yo
puedo ser tan maravillosa como la luna.

***

Percy diserta mientras yo pago mis impuestos

Antes que nada, preferiría no hacerlo.
Tampoco Percy quisiera que yo tuviera
ㅤㅤㅤque hacerlo;
inclinada sobre el escritorio como una presa
ㅤㅤㅤde lápices tontos y números
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤabsurdos.

Afuera el agua es azul, el cielo está despejado
ㅤㅤㅤy la marea sube.
Percy, le digo, tengo que hacer esto.
ㅤㅤㅤEs importante. Terminaré pronto.

«Ten esto en mente», me dice. «Sólo porque
ㅤㅤㅤno sepa contar hasta diez no significa que
olvide el ayer, o no pueda conjeturar el presente.
Te daré diez minutos más». Y eso hace.
ㅤㅤㅤA los diez minutos me ladra —cómo no hacerlo—
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤsu frase favorita: ¡Vámonos de aquí!

***

Percy esperando a Ricky

Viene tu amigo, le digo
a Percy, y menciono su nombre;

él corre a la puerta
y sonríe desmedidamente,

y menea su colita muy alegre.
Emerson, estoy tratando de vivir,

como tú dices, una vida racionalizada.
Pero hay días que más bien quisiera

que no hubiera nada que analizar,
nada que dejar de sentir. Me pregunto

cómo será ser Percy, sin sobreanalizarlo
todo, sin recriminarse nada, sólo
ㅤㅤㅤcorriendo hacia adelante.

***

Percy (2002–2009)

A esto —le dije a Percy levantándome
ㅤㅤㅤde la cama y yendo
directo al sillón de la sala donde
me encontró, en apariencia, sin hacer nada—,
ㅤㅤㅤa esto se le llama pensar.
Es algo que hacemos las personas,
a diferencia de otros bichitos de la Tierra,
ㅤㅤㅤcomo perritos, árboles o flores.

Sus ojos me cuestionaron.
«Ok», dijo después. «Si tú lo dices, está bien.
Pero ahora mismo
ㅤㅤㅤpreferiría darte un beso».

Después, acurrucó
su cabeza junto a mí
y, como una cariñosa flor, se quedó dormido.

***

«Porque recordaré a Percy»

Porque recordaré a Percy.

Porque era pequeño pero su corazón, desmedido.

Porque cuando conocía a otro perrito le daba besos con dulzura.

Porque cuando dormía roncaba un poco.

Porque podía ser fome y sincero al mismo tiempo.

Porque al ladrar recordaba al trompetista y cuando
ㅤㅤㅤse rascaba golpeaba el suelo como a un tambor.

Porque prefería comer de lo más delicioso y beber del agua más clara,
ㅤㅤㅤaunque también mordisqueaba pescados muertos.

Porque llegó a mí herido, seguro de una vida corta y dispuesto
ㅤㅤㅤa vivir con alegría cada día de esa vida.

Porque tomaba sus medicinas sin chistar.

Porque le encantaba jugar con el bullmastiff de los vecinos.

Porque cuando se llenaba de lodo salpicaba todo.

Porque gracias a él los niños aprendieron de generosidad.

Porque escuchaba poemas e historias de amor.

Porque al olisquear lo hacía disfrutando
ㅤㅤㅤde cada centímetro del mundo.

Porque cada vez que enfermaba se recuperaba.

Porque mezclaba como nadie la seriedad y su meneo de colita.

Porque la humanidad tiende a autodestruirse
ㅤㅤㅤde formas que él ni siquiera soñó.

Porque a veces actuaba con astucia y atrevimiento,
ㅤㅤㅤpero nunca se ofreció a que lo reprendieran.

Porque podíamos entender su tristeza sin palabras.

Porque no había nada más dulce que su sueño sosegado.

Porque no había nada más reconfortante que sus movimientos.

Porque él descendía de la tribu del Lobo.

Porque cuando salía de casa se quedaba viéndome desde la ventana.

Porque me quería.

Porque sufrió muchos antes de que nos encontráramos,
ㅤㅤㅤy nunca lo olvidó.

Porque quería a Anne.

Porque antes de dormir no se preguntaba
ㅤㅤㅤsi lo había creado dios o algo.

Porque podía tirarse bocabajo y reír con ganas.

Porque quería a su amigo Ricky.

Porque hacía hoyos en la arena y dejaba que Ricky
ㅤㅤㅤse acostara sobre éstos.

Porque seguido veo su forma en las nubes
ㅤㅤㅤy me siento bendecida.

***

La primera vez que Percy regresó

La primera vez que Percy regresó
no lo hizo sobre una nube.
Llegó trotando en la arena;
parecía haber hecho un gran recorrido.
«Percy», le grité, y fui hasta
ㅤㅤㅤdonde estaba, pero
de alguna forma era inalcanzable. Como
la música que sientes pero no puedes tocar.
«Sí, ahora todo es diferente», dijo.
«Te vas a sorprender».
Yo no pensaba en nada, yo sólo
quería abrazarlo. «Escúchame», me detuvo.
«También extraño los abrazos.
Pero ahora te toca cantar las historias
ㅤㅤㅤde mi regreso,
historias que no sean verdaderas ni falsas,
sino reales».
Después, dijo como siempre: «¡Vámonos!»,
y caminamos por la playa, juntos.

***

Ricky habla del habla

Ricky, ¿podrías decirnos por qué
podemos hablar Anne y yo contigo, así
como hacíamos con Percy, y podemos
entendernos? ¿Es esto un milagro?

«No es un milagro», dijo Ricky.
«De hecho es muy simple. Cuando tú o Anne
hablan, yo escucho. Y cuando yo hablo,
ustedes escuchan, como escuchaban a Percy».

¡Claro que escuchamos!

«No, hablo de escuchar de verdad.
Miren, les voy a contar un historia común.
Una persona habla y otra no la escucha.
Alguien podría pensar que sí está escuchando
pero la verdad es que esa otra persona piensa
en lo que va a decir, o simplemente divaga.
O mira unos muñecos de cartón
que llevan días en sus manos.
Eso hace que quien habla se desanime
y deje de hablar. Las personas calladas,
como lo saben, son a menudo personas
desanimadas y tristes».

Ricky, de verdad que has pensado en esto.
Así que, como dices, podemos comunicarnos
porque estamos dispuestas a escuchar,
y eso es porque…

«Sí, porque nos importa».

***

La sonrisa maliciosa

«Por favor, por favor, no he comido en días».

¿Qué dices, Ricky?, pero si cenaste súper bien.

«¿Neta? Mi estomago no lo recuerda.
Ay ay, creo que me voy a desmayar. Por favor
prepárame un desayuno, y yo te cuento
algo que seguro no sabes».

Comió voraz.

Ok, dije. ¿Qué es lo que ibas a contarme?

Él sonrió con malicia. «Antes de venir
para acá, Anne me dio
otro desayuno», dijo.

Estén preparados. Los perritos son adorables
y nobles. Son verdaderamente amorosos.
Pero sobre todo son unos hedonistas.

***

El viajero

Oye, Ricky, ¿es verdad que tus antepasados
ㅤㅤㅤson cubanos?

«Eso me han dicho», respondió.

¿Pero tu naciste en Florida, no?

«Si así fue, ¿cómo podría saberlo?
ㅤㅤㅤYo sólo era un perrito bebé».

Y después has vivido en Massachusetts
ㅤㅤㅤy en otros estados, y en México,
ㅤㅤㅤy en Florida de nuevo, y quién sabe
ㅤㅤㅤa qué otros lugares has viajado.
ㅤㅤㅤ¿De dónde eres exactamente?

Entonces Ricky sonrió y mientras
se encogía de hombros dijo: «Je suis
un chien du monde».

***

Show Time

Ahí vienen los perritos. Cepillados, peinados,
limpios.

«¡Pero qué mierda les hicieron!», gritó Ricky.
«Están medio rasurados, llevan almohadas
en las cabezas. ¿Y dónde están sus colas?»

Son las reglas, dije.

«Y mira a esas mujeres tratando de correr.
No se parecen en nada a ti».

Gracias, dije.

«Me está doliendo la cabeza de ver eso.
¡Tengo que ladrar!» Y comenzó a ladrar.

No es bueno desgañitarse en televisión, dije.
Yo también lo he hecho. Él se detuvo.

«Si alguna vez conozco a uno de esos perritos
lo voy a invitar a que venga acá, donde puede
ser un perrito sin reglas».

Muy bien, dije. Pero recuerda que, por más
que se desee, no es posible arreglar el mundo
para todas y todos.

«Sin embargo», respondió, «no se logrará
nada si no se comienza a hacer algo.
¿No lo has dicho tú misma una o dos veces,
o cientos de veces?»

Un mal día

Ricky, ¿por qué ladras
y mordisqueas el sillón? ¿Te calmarías
un poco? Fue un día muy largo.

«Claro que lo fue. Primero, olvidaste
sacarme a pasear. Luego, fuiste al mercado
y quién sabe a dónde más, y cené muy tarde.
Cuando al fin salimos, el paseo fue cortísimo.
y ahora, cuando deberíamos estar jugando,
te pones a hacer otras cosas. Por eso pensé:
me desquitaré con el sillón».

Tienes razón, pero no sigas. Sé bueno.

«Honestamente, ¿qué esperabas? Como tú,
no soy perfecto. Está en mi naturaleza.

***

Henry

«¿Qué es eso?», gritó Ricky
cuando Henry cruzó la puerta.

Es Henry, dije. Es un bulldog
y viene a quedarse unos días acá
con mi amiga Linda.

«Parece caballo», dijo Ricky.
«Mi corazón sigue latiendo del susto».

Es grande, sí. Pero así son los bulldogs.
Ve a saludarlo.

«Bueno. Hey Henry! Espero
que no te comas todos mis juguetes».

Henry: resopla, resopla.

Ricky (a mí): «No es muy bueno
con las palabras, eh?»

Henry, tras volver a resoplar,
se subió al sillón.

Y Ricky gritó: «En este cuarto
no podemos estar los dos».

Sí pueden. Sólo dale espacio
y date un tiempo para conocerlo.

Ricky se sentó cerca de él;
su mirada era inquieta.

Fue una semana muy linda. Platiqué
mucho con mi amiga; en la playa
platicábamos mientras Ricky y Henry
nadaban y hacían hoyos juntos.
Ningún juguete fue mosdisqueado.

Cuando se tuvieron que ir, Ricky
ya era amigo de la cojera, la pesadez
y los cincuenta años de Henry.

«Chao, chao», lo despidió.
Henry resopló de vuelta.
Así se fueron.

«Él de verdad es grande
como caballo, grande y muy tierno.
Espero que regrese», dijo Ricky.

***

Cómo nos hicimos amigas

Un día en la playa Ricky conoció una perrita
de su tamaño. Se llamaba Lucy,
y era muy bonita.
«Wow», dijo Ricky.

Yo conocí ese día a quien iba con Lucy,
Theresa.

Como el nombre completo de Ricky
es Ricky Ricardo, como en la serie I love Lucy,
era imposible que ambos no se llevaran bien.
De hecho, se volvieron inseparables.
No era un buen día si ellos
no se veían.

¿Cómo es que Theresa y yo no íbamos
a hacernos amigas también ese día?

***

Nunca sabes a dónde irá a parar una conversación

Un día Ricky me dijo: «¿Por qué tú
no tienes una cola?

No la tengo, y ya está. Tal vez hace tiempo
tuve una, pero ya no.

«¿Y qué pasó? ¿Tuviste un accidente?»

No, no. Las cosas cambian. A veces. Con el tiempo.

«¿Quieres decir, que tal vez, eventualmente
no habrá paseos ni cenas? ¿No habrá abrazos?
Qué miedo tan profundo».

No, quise decir que a veces es necesario mucho tiempo
para que las cosas cambien. Pero sabes,
algunas cosas cambian y otras sencillamente no.

«¿Y cómo puedo saber qué es lo que cambiará?»

Un día a la vez, Ricky. Así se percibe.
¿Ha cambiado algo que te haga sentir mal?

«En realidad, no. Disfruto de todo
todos los días».

¿Ves?, sólo mantén esa fascinación diaria,
y procura el asombro.

«No sé nada sobre eso».

Claro que sí. Cada día que te levantas
y amas tu vida y amas este mundo,
lo estas haciendo, mi chiquito. Estoy segura.










EPITAFIO (LORD BYRON)




ESTE TEXTO CONMOVEDOR LO ESCRIBIÓ LORD BYRON CUANDO SU FIEL COMPAÑERO MURIÓ DE RABIA, UN PERRO TERRANOVA, LLAMADO BOATSWAIN (CONTRAMAESTRE)






LA MUERTE DEL PERRO (VÍCTOR HUGO)


La mort du chien 
Un groupe tout a l'heure etait la sur la grove, 
Regardant quclque chose a terre. « Un chien qui creve ! 
Mont crie des enfants ; voila tout ce que c'est. 
Et j'ai vu sous lours pieds un vieux chien qui gisait. 
L'ocean lui jetait 
Fecume de ses lames. 
« Voila trois jours qu'il est ainsi, disaient les femmes ; 
On a beau lui parler, it n'ouvre pas les yeux. — Son maitre est un marin absent », disait un vieux. 
Un pilote passant la tete It sa fenetre, 
A repris : « Ce chien meurt de ne plus voir son maitre. 
Justement lc bateau vient d'entrer dans le port ; 
Le maitre va venir, mais le chien sera mort. Je me suis arrete pros de la triste bete, 
Qui, sourde, ne bougeant ni le corps ni la tete, 
Les yeux fermes, semblait morte sur le pave. 
Comme le soir tombait, le maitre est arrive, Vieux lui-meme ; et, hatant son pas que l'Age casse, 
A murmure le nom de son chien a voix basse. 
Alors, rouvrant ses yeux pleins d'ombre, extenue, 
Le chien a regarde son maitre, a remue 
Une derniere fois sa pauvre vicille queue, Puis est mort.  





La muerte del perro
Un grupo antes había estado allí en la arboleda, mirando algo en el suelo. 
“¡Un perro moribundo!" Mont grito a los niños; "eso es todo lo que es". 
Y vi un perro viejo acostado debajo de mis pies. 
El océano arrojaba semen de sus olas. 
"Ha estado así durante tres días", dijeron las mujeres; 
Por mucho que hablemos con él, no abre los ojos. 
"Su amo es un marinero ausente", dijo un anciano. 
Un piloto asomando la cabeza por la ventanilla resumió: "Este perro se muere por no ver más a su amo". 
El barco acaba de entrar en el puerto; 
El amo vendrá, pero el perro estará muerto. Me detuve cerca de la triste bestia, 
Que, sorda, sin mover ni el cuerpo ni la cabeza, con los ojos cerrados, parecía muerta en el pavimento. 
Al caer la tarde llegó el maestro, el propio Vieux; y, acelerando el paso que rompe la edad, 
le susurró en voz baja el nombre de su perro. 
Entonces, reabriendo sus ojos llenos de sombras, exhausto, 
el perro miró a su amo, movió por última vez su pobre cola meneándola, 
entonces murió. 



ASCENDIMIENTO (JORGE PAOLANTONIO)
 

así      a la vera de un hilito de agua      está mi perro

extendido en su largura parece también que va a fluir

le advierto que la creciente llega cuando nadie espera

que el lodazal arrastra   pajaritos muertos y arañados

por la turbia voluntad                 del lodo y la revuelta

no entiende    parece que los ojos se le van    de veras

detrás de brasitas    gorriones    pericos  que le silban

filigranando el aire                y asustando comadrejas

con el hocico huele la luz       se le acompasa el pecho

y arrastra apenas el lomo copiando   el leve serpenteo

un panadero lo roza y se escapa    lo atrapa con el ojo

me muestra su presa       en una gracia sabia y muda

lo dejo ascender                por sobre toda la medianía

oigo que alguien grita lejos      y él              ha partido

 





“Un hombre y su perro caminaban por un camino. El hombre estaba disfrutando del paisaje, cuando de repente se dio cuenta de que estaba muerto.
  Recordó estar muerto y que el perro que caminaba a su lado había estado muerto durante años. Se preguntó a dónde los llevaría el camino.
  Después de un rato llegaron a un alto muro de piedra blanca a un lado del camino. Parecía un mármol fino. En la cima de una larga colina, estaba rota por un gran arco que brillaba al sol.
  Cuando se paró frente a ella, vio una magnífica puerta en el arco que parecía de nácar, y la calle que conducía a la puerta parecía de oro puro. Él y el perro se dirigieron hacia la puerta y cuando se acercó vio a un hombre sentado en un escritorio a un lado.
  Cuando estuvo lo suficientemente cerca, gritó: "Disculpe, ¿dónde estamos?".
  "Es el cielo, señor", respondió el hombre.
  ¿Tienes agua por casualidad? preguntó el hombre.
  Por supuesto Sr. Pasa, y haré que te traigan un poco de agua helada. El hombre hizo un gesto y la puerta comenzó a abrirse.
  "Mi amigo", señalando a su perro, "¿puede pasar él también?" preguntó el viajero.
  “Lo siento, señor, pero no permitimos mascotas. »
  El hombre pensó por un momento, luego volvió a la carretera y continuó el camino que había tomado con su perro.
  Después de otra larga caminata, y en la cima de otra larga colina, llegó a un camino de tierra que conducía a la puerta de una granja que parecía que nunca se había cerrado. No había valla. Cuando se acercó a la puerta, vio a un hombre adentro, apoyado contra un árbol y leyendo un libro.
  '¡Disculpe!' le gritó al hombre. "¿Tienes agua?"
  'Sí, seguro que hay una bomba allí, entra...'
  "¿Y mi amigo aquí?" el viajero hizo señas al perro.
  Debe haber un recipiente cerca de la bomba.
  Atravesaron la puerta y, efectivamente, había una bomba de mano anticuada con un cuenco al lado. El viajero llenó el cuenco con agua y tomó un largo sorbo, luego se lo dio al perro.
  Cuando estuvieron llenos, él y el perro regresaron al hombre que estaba parado junto al árbol.
  "¿Cómo llamas a este lugar?" preguntó el viajero.
  Esto es el paraíso, respondió.
  "Bueno, eso es confuso", dijo el viajero. "El hombre en el camino dijo que eso también era el cielo".
  "Oh, ¿te refieres al lugar con la calle dorada y las puertas de perlas?" No. es un infierno
  '¿No te vuelve loco que usen tu nombre así?'
  "No, solo estamos felices de que estén alejando a las personas que dejarían atrás a sus mejores amigos". “Los perros son familia 
  Artista: TC Chiu
  Letra: Earl Hamner Jr.


ABROJOS (RUBÉN DARÍO)

 Tengo de criar un perro, 
ya que en este mundo estoy. 
No me importa lo que sea, 
alano, galgo o bull-dog;
 lo quiero para tener 
un tierno y fiel queredor 
que sonría con el rabo 
cuando le acaricie yo; 
para que me ofrezca todo 
su perruno corazón, 
y gruña a quien me amenace 
y se alegre con mi voz; 
y para, si me da el colera 
y huyen de mi alrededor, 
juntos, parientes y amigos, 
que nos quedemos los dos: 
yo, cadáver, como huella 
de una vida que pasó;
 él, lanzando tristemente 
sus aullidos de dolor.






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